La usé, investigué y ahora es mi mejor aliada.
Después de ver varios videos, de leer varias reseñas y de ver la opinión de muchas de mis amigas me animé a hacerlo y por ello ahora te cuento 5 datos que debes saber si o si antes de usarla.
¿Qué es?
La copa menstrual existe desde 1935; fue la actriz estadounidense, Leona Chalmers, quien la patentó. Lamentablemente, por alguna razón, estos artefactos no gozaron de mucho éxito.
La protección desechable como los tampones y toallas sanitarias se convirtieron en los productos “consentidos” de los grandes empresarios, quienes comenzaron a distribuirlos de manera masiva.

¿Cómo se usa?
1.- Lava bien tus manos (para evitar cualquier tipo de infección)
2.-Tómala y dóblala por la mitad en forma de “c”, como si estuvieras formando una especie de corazón o tulipán. La parte de la boquilla va, naturalmente, hacia arriba.
3-.Relájate, si estás tensa, inconscientemente también endureces tus músculos pélvicos, lo cual dificultará la entrada de este objeto. ***Intenta varias posiciones (en la taza del baño o de cuclillas).
4-.Separa tus labios mayores y menores con una mano y con la otra introduce la copa por tu vagina, posteriormente, empújala hasta el fondo con mucho cuidado. Toda la copa debe estar adentro,
5-. El vacío la sostiene, así que es imposible que cambie de posición.
6-.Puedes retirarla cuantas veces quieras, aunque por lo general, puedes dejar pasar hasta doce horas. Para hacerlo tómala por el tallo y jálala con cuidado. Se necesita una leve fuerza para hacerlo, pero si notas dificultad tómala desde el cuerpo mismo y apriétala un poco.
7.-Para vaciarla vuelve a hacer la forma de corazón que hiciste al comienzo y viértela en el escusado.
Te dejo un video que explica todo lo que te digo:
¿Cómo la limpio?
Lávala con agua corriente y jabón antiséptico; evita usar detergentes aromatizados. No es necesario esterilizarla, poner gel antibacterial ni nada similar.
¿Por qué es la mejor opción?
Solo te digo que una copa menstrual dura de 10 a 15 años, aproximadamente, sin necesidad de desecharla. ¡Qué ofertón!